El Monasterio de las monjas Clarisas es el más antiguo del País. Fue fundado en Osorno el año 1571, por Doña Isabel de Jesús, con el nombre de Monasterio de Santa Isabel de Hungría. Comenzó a funcionar con siete monjas profesas y dos novicias, siendo su primera abadesa Doña Isabel de Placencia.
Luego del alzamiento araucano producido en 1599, y el despoblamiento de Osorno, las monjas se fueron de la ciudad, llegando hasta la ciudad de Castro en Chiloé, cargando un enorme Cristo. Allí fueron recibidas por Andrés López de Gamboa. En este mismo lugar quedó el monasterio hasta 1604. Sin embargo, regresaron a la zona central, quedándose en el convento de San Francisco del Monte, cedido por sus hermanos franciscanos.
Finalmente, luego de su largo peregrinaje, obtiene la donación de un terreno en la Cañada, frente a los franciscanos. Allí edificaron la iglesia y parte del monasterio, y cambiaron su nombre de Isabelas a Clarisas.
De esta manera, se establecen definitivamente en Santiago en el año 1607 con el nombre de Monasterio de la Gloriosa Virgen Santa Clara de la Antigua fundación. Este convento llegó a tener 800 mujeres entre monjas, educadas y sirvientes.
Al no tener más capacidad para nuevas postulantes, Don Alonso del Campo y Lantadilla, donó gran parte de sus bienes para la construcción de un nuevo monasterio. De este modo, el 7 de febrero de 1768 se funda el Monasterio de las Clarisas de Nuestra Señora de la Victoria
El Monasterio de Antigua Fundación estuvo en la Cañada hasta 1913, cuando vendieron al Gobierno sus terrenos para construir la actual Biblioteca Nacional. Acto seguido las monjas se ubicaron en la calle Lillo, en Recoleta, para finalmente trasladarse en 1975 al monasterio que se encuentra en Puente Alto. En este lugar estaba anteriormente el Monasterio Benedictino de Montserrat, establecido en 1915. Dichos terrenos habían sido parte del antiguo fundo Las Nieves, que la señora Transito Rossel había dejado para ser entregado a una congregación religiosa.